Las monedas de un céntimo, dos céntimos y cinco céntimos están hecha de acero y recubierta por una fina capa de cobre.
El acero recubierto de cobre o revestido de cobre es una marca registrada como Copperweld (CCS, copper-covered steel). Tiene algunas ventajas; por ejemplo, combina la conductividad y resistencia a la corrosión del cobre con la resistencia mecánica del acero. El proceso que se lleva a cabo, a elevadas temperaturas y presiones, asegura que el cobre se mantenga adherido de forma uniforme sobre el núcleo de acero. Además de ser más resistente mecánicamente que el cobre macizo, la aleación de CCS es más barata que éste.
En cuanto a las monedas de 10, 20 y 50 céntimos, todas ellas doradas, el material del que están hechas es el “oro nórdico”, una aleación que a pesar de su nombre no contiene del oro ni las trazas, sino un 88% de cobre, un 5% de aluminio, un 5% de zinc y el 2% restante de estaño.
Por su parte, las monedas de 1 y de 2 euros están fabricadas con dos aleaciones distintas. La parte exterior de la moneda de 1 euro e interior de la de 2 euros (es decir, la dorada) es de níquel-latón, una aleación formada por níquel y latón (75% de cobre y 25% de zinc). Aunque la alpaca (o plata alemana) es una aleación de estos mismos metales, níquel, cobre y zinc, las distintas proporciones de los mismos le dan color dorado al níquel-latón, siendo de mejor calidad que la alpaca por su mayor proporción de níquel. El níquel-latón es una aleación de gran dureza, además de inoxidable, con un color semejante al del latón pero más claro. A pesar de que es caro, se usa para acuñación de monedas porque las hace duraderas y también difíciles de falsificar.
En cuanto a la parte plateada de estas monedas (la interior en las monedas de 1 euro y la exterior en las de 2 euros) está fabricada con cuproníquel, una aleación de cobre y níquel (típicamente en una proporción del 75% – 25%) con ciertas impurezas que la estabilizan, como el hierro y el manganeso. Resulta curioso que sea plateada a pesar de la gran proporción de cobre. Se trata de una aleación resistente, incluso, a la corrosión por el agua de mar.